Presencia Global
18 de Septiembre de 2018 | 13:13
Opinión

Una cubierta dañada entraña riesgos

 

Las reparaciones de patios y cubiertas de inmuebles son necesarias, por no decir obligatorias, cuando presentan los más mínimos signos de grietas o, de cualquier otro desperfecto provocado por el paso de los años y la acción de los factores adversos de la climatología, nieves, lluvias, vientos fuertes…. Si no se procede a realizar las obras pertinentes para las rehabilitaciones de cubiertas que hubiera que hacer, corremos el riesgo de que se agrave mucho más el problema.

 

Las consecuencias inmediatas de esto:

 

Primero, la aparición del temido moho en las paredes y techos de las viviendas, lo cual genera graves problemas de salud, sobre todo en ancianos y niños, pero, también puede afectar a la estructura del edificio y, en consiguiente a su estabilidad.

 

Segundo, los gastos derivados de la rehabilitación de la cubierta van a ser mucho más costosos y, seguramente, junto con la rehabilitación de la cubierta, habrá que recuperar las estructuras dañadas y las fachadas.

 

Si, por ejemplo, las cubiertas presentan daños que hay que reparar. La comunidad de propietarios debe hacerse cargo, a parte de las obras de reforma del tejado, debe acarrear con los gastos que se deriven del embellecimiento, no solo de la zona afectada sino de todo el suelo de la cubierta. Son zonas comunes y como tal, los gastos que se derivan de la rehabilitación de tejados o cubiertas, pertenece a la todos los vecinos y/o propietarios de cada una de las viviendas que componen el edificio.

 

Pero, también hay que saber que los gastos por mantenimiento de una cubierta, en caso de que sea de uso privativo de uno de los inquilinos, corresponde, total y enteramente, a él. Es decir, su responsabilidad es conservar y arreglar fallos que se presenten en el suelo y sumidero. Solo debería ser un gasto a asumir por todos los propietarios en el caso de que el problema se deba a una mala o deteriorada impermeabilización de la cubierta.

 

En cualquier caso, sea responsabilidad de un propietario único o del conjunto de la comunidad de vecinos, lo que no se debe, en ningún caso, es no dejar de hacerse cargo de los fallos o averías que surjan.

 

La rehabilitación de cubiertas y fachadas es fundamental para el buen estado de un edificio. Ante cualquier fallo, es nuestro deber poner manos a la obra y nunca mejor dicho. Contactar con una empresa de rehabilitación de cubiertas y arreglar lo que haya que arreglar, en beneficio de todos.