Presencia Global
5 de Abril de 2022 | 11:45
Bodas

Una boda por todo lo alto con trajes a medida

Casarse no es un acontecimiento bonito solo por lo que representa, es decir, el inicio de un proyecto de vida en común con la persona amada. El acto en sí, es decir, la ceremonia nupcial, a menudo es inolvidable. Incluso las bodas más sencillas y poco mediáticas, aquellas que se celebran en los juzgados y que cuentan con la reducida presencia de familiares y amigos muy cercanos, tiende a serlo. Porque, sea ostentosa o discreta, es difícil que ninguna boda carezca de extraordinarios y deslumbrantes trajes barrocos confeccionados en una sastrería a medida. A juego, eso sí, con la mascarilla homologada impuesta por la pandemia, pero incluso ella se ha convertido hoy en día en un accesorio de moda para bodas tan habitual como el ramo, la corbata, un sombrero o la joyería.

En definitiva, casarse es un acto estético, y tanto los y las protagonistas como los y las invitados/as de honor, encuentran en todas ellas la oportunidad de lucirse. Claro está, ello justifica invertir mucho tiempo, meses tal vez, en buscar una sastrería a medidaque nos ofrezca exactamente lo que necesitamos, todo eso que buscamos cuando queremos ataviarnos con trajes blancos, dorados o negros, o incluso chalecos plateados, verdes y violetas. Sea cual sea el traje o el vestido que nos enamore, estos servicios, es decir, aquellos realmente profesionales y los que se toman su trabajo diario con el mimo necesario, existen para poder tener nuestro modelo único y personalizado en función de nuestro cuerpo y sus medidas.

Eso es lo que confiere a las bodas, entre otras muchas cosas, la cualidad de originales. No existen dos iguales, y ello se debe simplemente a que no existen dos protagonistas nupciales iguales. Por ello, tanto los vestidos de novia como los trajes de novio a medida se presentan, por extensión, como irrepetibles. Sin duda, seguiremos teniendo esa sensación cuando, años o décadas después de habernos casado, rememoremos el gran día a través de las fotos, los vídeos, las conversaciones o incluso nuestros propios recuerdos. Sea como sea el futuro, el recuerdo de una boda, y de la estética de los elegantes trajes y los vestidos, nunca se quedará obsoleto.