Presencia Global
6 de Diciembre de 2018 | 11:33
Estilo de vida

Un sueño por cumplir y un pequeño crédito

«Perseguir tus sueños no es una locura; la locura es irte de aquí, sin haberlos cumplido»

Esta frase o pensamiento o reflexión, en realidad, da igual el apelativo que empleemos, nos motiva, nos impulsa a vivir de acuerdo a lo que pensamos, sentimos, deseamos, en lugar de establecernos en la zona llamada «de confort» y sobrevivir a lo que nos vaya llegando, impávidos, quietos, sin reaccionar, ni dar los pasos que haya que dar para lograr nuestros objetivos, sean de tipo personal o profesional.

Con este pensamiento, sea cual sea nuestro deseo o sueño, vamos a por ello. Todos somos capaces, incluso, los que no se lo creen. ¿Como sabemos que no somos capaces si ni siquiera lo hemos intentado? Además, no hay satisfacción mayor que lograr algo que creías, a todas luces, imposible de alcanzar. 

Algunos de los objetivos, metas o sueños, necesitan un capital para ser cumplidos, pero después de ese dinero inicial, viene nuestra dedicación, nuestro trabajo y nuestra voluntad. Pero esa dedicación, trabajo y voluntad no nos cuestan ningún esfuerzo, sino más bien, todo lo contrario, al ser algo que nos apasiona, lo hacemos con gusto y placer. No hay nada más gratificante y satisfactorio que trabajar por lo que nos gusta.

Primer contratiempo que no tiene porqué serlo, el dinero. Si tenemos el efectivo suficiente para el camino que vamos a emprender, no hay nada más que añadir. Si no es el caso, tampoco vamos a volvernos locos o, a desistir de poner en marcha nuestro gran sueño, pedimos unos créditos urgentes y ya tenemos esa pequeña cantidad de dinero que precisamos para empezar nuestra andadura.

Los microcréditos van dirigidos a aquellos proyectos que solo necesitan invertir un pequeño capital. Se trata de cantidades pequeñas a devolver a corto plazo. Para tener acceso a ellos, solo se pide que tengamos capacidad para devolverlos. No se exige que sea una nómina, puede ser una pensión, una prestación por desempleo o, cualquier otro ingreso periódico y demostrable. Una vez el dinero en nuestro poder, ya podemos llevar adelante nuestro proyecto, nuestro sueño o nuestro deseo.

Todo es cuestión de querer, si queremos, hay soluciones. Unas más viables que otras, es cuestión de buscar la que mejor nos va a nuestra situación y circunstancia. 

Haciendo mención a una frase de Calderón de la Barca: «la vida es sueño y los sueños, sueños son» hoy nos vamos a permitir el lujo de cambiar la parte final: «la vida es sueño y los sueños son realidades. Si no estamos por la labor de dejar los sueños en sueños, vamos a convertirlos en realidades. Hechos que transforman los sueños y que nos dan la emoción y la ilusión de vivir y no, de sobrevivir.

Si para ello, debemos echar mano de un dinero que podemos solicitar, de forma sencilla y rápida, a través de una web de minicréditos que, nos ofrece la posibilidad, a través de un simulador de préstamos de comprobar cuanto nos va a costar ese pequeño préstamo que nos acerca a nuestro sueño, no nos quedemos en no podemos, sino en sí podemos, porque queremos y somos capaces.