Presencia Global
6 de Mayo de 2020 | 10:30
Turismo

Sigue soñando y navega a tu destino, Menorca

Erase una vez… en esta ocasión, vamos a comenzar estas líneas como si de un cuento se tratase. Y, como ya sabemos, todos los cuentos comenzaban así «erase una vez».

Erase una vez que una familia, por unos meses confinada en casa por una buena causa, la de cuidarse a sí mismos y cuidar a los demás y quedarse en casa para evitar contagiarse y contagiar a todos los pobladores que compartían esa bella ciudad, en la que pasaban sus días. 

Una familia que, aun con todas las cosas que no se les permitía hacer y que tanto echaban de menos, salir con los amigos, pasear, sentarse en una terraza, comer en un restaurante, bañarse en el mar, una escapada de fin de semana, practicar su deporte favorito… aun con todo esto, se permitieron hacer algo que nada ni nadie debería dejar de hacer, soñar.

Soñaron y soñaron con sus próximas vacaciones, navegaron por internet y llegaron hasta una isla, Menorca, y se alojaron en una confortable y acogedora casa frente al mar. Gracias al alquiler de una villa en Menorca, y a través de las imágenes ilustradas en esa página web de alquiler Menorca, llegaron a escuchar tímidamente el sonido de las olas rompiendo en la orilla, a nadar en compañía de pececillos de colores, a sentir el calor de los rayos del sol tumbados sobre un cálido y suave colchón de arena fina y dorada, a navegar en un velero acompañados por unos juguetones delfines, a deambular por las calles empedradas del pueblo, a escuchar los relatos de los ancestrales pobladores de la isla prehistórica, y a dormir plácidamente en una espectacular sala diseñada para un reconfortante descanso. 

Cada una de esas casas en Menorca les contaban una historia distinta, les enseñaban unos paisajes diferentes y únicos, les hablaban de sueños, de la sensación de bienestar que disfrutamos cuando estamos en contacto directo con la naturaleza y del placer de respirar a pulmón abierto un aire puro, sano y con aroma a flores, hierbas aromáticas y tierra mojada…

Esta es la historia de una familia que no dejó de soñar, y soñando y soñando, llegaron hasta un bella isla, abrazada por un Mediterráneo que no la quiere soltar. 

Una pequeña isla, grande en belleza y en sueños por realizar y una familia que reservó el alquiler de una casa en Menorca frente al mar. ¿Era un sueño? ¿Era real? quizás, eso no importaba, la diminuta línea que separa los sueños de la realidad, se disipó por unos instantes y la familia vivió su sueño real desde una pequeña terraza de una casa en Menorca.