Presencia Global
25 de Abril de 2022 | 13:06
Energía

Presente y futuro de la energía solar en Madrid

Parece que, a pesar de que vivimos un calentamiento global progresivo que derrite el hielo de los polos, o pese a que la vida humana ha experimentado en solo un par de años las consecuencias de una pandemia global, hay algo que se mantiene inmutable: el sol. El astro en torno al cual gira nuestro mundo es, indudablemente, fuente de vida y de energía inagotable. Por esa razón, actualmente resulta difícil de entender desde un punto de vista ético que nuestro grueso energético se siga sustentando en la electricidad y en combustibles fósiles, cuando, solo mediante la instalación de placas solares de Madrid, tanto en el ámbito público como en los hogares, ya se reduciría de manera notable la polución y la contaminación que en general caracteriza a las grandes ciudades.

Es evidente que cambiar el paradigma energético actual por otro mucho más respetuoso con la vida del planeta requiere sacrificios de mucha índole, empezando por el económico. A título personal tampoco resulta fácil que cualquier persona de a pie sustituya la electricidad con la que ha vivido toda su vida por placas solares en Madrid o, en general, allá donde viva. Sin embargo, esto no significa que el cambio sea imposible. Al contrario, es muy posible. Pero es cierto que no puede efectuarse de la noche a la mañana. Es necesario, dicho de otro modo, que sea progresivo ¿Y de qué forma podemos conseguir algo así?

Hay muchas maneras, pero parece claro que comenzar por los servicios públicos resulta una estrategia más que aceptable. De hecho, esto es algo que ya estamos viendo en la actualidad, es decir, paneles solares en Madrid instalados en edificios públicos, estaciones de transporte público y otros servicios variados. Esta es claramente la mejor forma de que los y las ciudadanos/as, sin comprometerse de manera irreversible, se den cuenta poco a poco de que la energía solar es lo bastante potente y cómoda y limpia como para que se convierta en la energía base de la ciudad. De la ciudad y, después, del resto de provincias españolas. Porque si algo tiene la capital, es que puede convertirse en el referente.