Presencia Global
7 de Septiembre de 2021 | 13:42
Seguridad y Vigilancia

¿Por qué necesitamos vigilar nuestro negocio?

A todos nos gusta el cine, sobre todo un buen thriller, una película de suspense llena de misterios, espionaje y persecuciones terribles. Sin embargo, es importante entender siempre que una película de entretenimiento es, por definición, una mentira, una ficción creada para entretenernos. Esto significa que no podemos basar decisiones necesarias de nuestra vida real en nada que hayamos aprendido del cine, o ya que estamos de un libro o un cómic, por miedo. Un ejemplo claro de ello es la instalación de cámaras de seguridad.

Nuestra vida corriente probablemente sea la de personas normales que regentan un negocio y que necesitan instalar al menos una cámara para vigilar bien el local. Evidentemente, nadie nos va a espiar a través de esa cámara, no somos tan importantes para ninguna organización mundial secreta, ni tampoco un agente privado al servicio del gobierno. Sí somos, como decíamos, personas preocupadas por nuestra empresa, gente común que necesita invertir en la seguridad de su espacio de trabajo y sus productos.

Gente que, por lo tanto, en algún momento necesitará instalar una de esas cámaras de videovigilancia. Pueden ser, en caso de que se trate de un local pequeño o de una oficina privada, cámaras de vigilancia analógicas; pero en otros casos es posible que tengamos la necesidad de crear toda una red de seguridad avanzada, o al menos es lo más común en edificios amplios de varias plantas o departamentos. En esos casos, las cámaras de vigilancia IP son bastante útiles y prácticas, ya que funcionan conectadas en red y hacen uso de avanzada tecnología digital.

No estamos pecando de exceso de prudencia por instalar una cámara, al igual que no somos demasiado temerosos por andar por la calle con mascarilla cuando todavía estamos en plena pandemia. Solo nosotros sabemos cómo y de qué manera debemos gestionar la seguridad de nuestro negocio. A fin de cuentas, en él hemos invertido, con toda seguridad, tiempo, esfuerzo y, sobre todo, dinero. Proteger toda esa inversión, en resumidas cuentas, nunca debe ser considerado un acto desproporcionado. La tecnología de la videovigilancia existe por algo y es esencial.