Presencia Global
22 de Noviembre de 2021 | 13:47
Alimentación

¿Por qué los postres de pastelería nos hacen felices?

¿Qué tienen los dulces y los pasteles que nos ponen automáticamente de buen humor? ¿Será que el sabor de una tarta de chocolate o de unas galletas de jengibre nos remiten a nuestra infancia, a cuando nuestras madres y abuelas, o tal vez incluso nuestros padres y abuelos, hacían recetas culinarias dulces y riquísimas en momentos señalados, como la Navidad o nuestro cumpleaños? O tal vez se deba a la estética general de estas creaciones de repostería, normalmente creativas, muy artísticas, tan dignas de ser contempladas que nos da pena comérnosla.

A fin de cuentas, si echamos la vista atrás, seguro que recordamos habernos parado frente al escaparate de una pastelería industrial de Madrid solo para admirar la belleza de las creaciones culinarias expertas. Otras veces, claro está, habremos tomado la decisión de entrar, ya sea para tomarnos un café acompañado de una aromática porción de bizcocho, o para llevarnos a casa unas cuantas porciones de todo tipo. Solemos lamentarlo al hacerlo. Que si la dieta, que si el dinero. Pero lo cierto es que nuestra salud mental siempre agradece la degustación de los productos de cualquier fábrica de pastelería de calidad.

Vamos a ser honestos, ya que es lo único a lo que podemos aspirar: vivimos tiempos duros. Seguimos sumidos en una pandemia global, aunque a veces parezca que ya no existe o elijamos ignorarla un poco para proteger nuestro bienestar. La ignoremos o no, salir a la calle con mascarilla y estar constantemente vigilando a quién nos acercamos resulta siempre en tensiones constantes, más aún si trabajamos de cara al público. Por lo tanto, ¿qué menos que darnos un respiro disfrutando de esos placeres que nos hacen sentir, una vez más, como si fuéramos niños?

En resumen, si queremos comernos los roscones de Reyes varios días durante las Navidades, y no solo el cinco y seis de enero, deberíamos hacerlo. Si queremos una tarta de tres chocolates o de nata y fresas por nuestro cumpleaños, tenemos que comprarla. Las pastelerías están para hacernos felices y ayudarnos a desconectar de los aspectos más desagradables y complicados de la vida.