Presencia Global
22 de Marzo de 2022 | 13:02
Pastelerías

La felicidad que nos provocan las pastelerías

¿Qué experiencias positivas y agradables podemos sacar de visitar regularmente una pastelería industrial en Madrid? Tantas como podamos imaginar si nos gustan los dulces. Para empezar, degustar las creaciones de repostería en sí, normalmente variadas, a veces caseras, siempre deliciosas. En una pastelería, en resumen, podemos disfrutar de porciones de tartas, dulces hojaldrados y de temporada, tortitas, crepes, helados o galletas. Hasta podemos hacer encargos personalizados, siendo en este caso una tarta de cumpleaños el paradigma de las peticiones de repostería en este tipo de locales. En fin, si ya de por sí esta ventaja es más que suficiente para convencernos, sumémosle desayunar y merendar a solas o en buena compañía, además en un entorno seguro en el que los protocolos de prevención de contagios elaborados por culpa de la pandemia se aplican con responsabilidad.

Las pastelerías, cualquier tipo de fábrica de reposteríao los puestos de venta de dulces y pasteles en los mercadillos son, por tanto, algo así como una juguetería para el paladar. El símil es adecuado, ya que pocas cosas hay en el mundo que más fácilmente nos conecten con nuestro lado infantil, ese que comía bollería en el recreo en el colegio, o que disfrutaba con las creaciones caseras de mamá o la abuela. En estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, en los que nos resulta complicado recordar la libertad previa a la pandemia y nos llegan noticias internacionales angustiantes, siendo una de ellas la guerra en Ucrania, qué menos que darnos el lujo de volver a ser niños paladeando una tarta de tres chocolates o cookies de vainilla.

Sin olvidarnos, claro está, de la Navidad, dueña y señora internacional de la repostería por excelencia. Claro que solo en España tenemos la posibilidad de disfrutar de los roscones de Reyes que se elaboran en las fábricas de pastelería, producto patrio donde los haya, claramente el amo y señor de las fiestas invernales en España. Si los combinamos con los turrones, los mazapanes o las galletas de jengibre, muy presentes en cualquier pastelería en estas fechas, el resultado será una alegría, si cabe, mucho mayor. ¿Quién se atreve a renunciar a las pastelerías? Es casi poco ético hacerlo.