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27 de Septiembre de 2019 | 11:12
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La compra en internet y sus particularidades

Comprar por internet ya se ha convertido en una actividad bastante común y cotidiana para un amplio porcentaje de personas.

Los nuevos tiempos de la era de internet, en los que predominan la interacción social en redes o mediante votos y comentarios, y en la que la velocidad de envío de datos o los dispositivos portátiles facilitan todo tipo de operaciones a través de internet, han dado como resultado una nueva era de e-commerces o tiendas electrónicas que destacan por su interfaz cómoda y dinámica, y por los procesos de selección de productos y de pago final inmediatos e intuitivos.

Gracias a esas tiendas actuales, las compras online son de todo menos incómodas.

Sin embargo, muchas personas se resisten todavía a comprar a través de internet por muchos motivos. El primero tiene que ver con el poder adquisitivo, ya que en internet no solo hay que pagar por el producto obtenido, sino también por los gastos de envío, que varían en función del sitio desde el cual se realice la compra.

Es decir, nacional o internacional; y dentro de los dos ámbitos existen territorios con sus peculiaridades económicas y aduaneras, como es el caso de Canarias. Esto muchas tiendas lo solucionan ofreciendo días de gastos de envío gratis o eliminándolos a partir de cierta cantidad. Esto convierte las grandes compras esporádicas de 60 o 70 euros, que se pueden gestionar con minicréditos rápidos, en algo muy atractivo, aunque no puede hacerse a menudo.

Por otro lado, los tiempos de espera son difíciles de administrar para muchas personas, sobre todo si no se puede controlar el estado del pedido y su ubicación mediante un número localizador.

La confianza en la tienda decrecen si un pedido tarda en llegar y no se puede controlar, ya que no es agradable para ningún cliente pensar que ha invertido microcréditos en una compra que no llegará.

Un tercer motivo es la seguridad, aunque esa es una cuestión cada vez más solventada gracias a la existencia de monederos virtuales como PayPal, que permiten comprar mediante una cuenta de correo vinculada a una cuenta bancaria protegida e invisible.