Presencia Global
10 de Febrero de 2021 | 09:47
Agricultura

Flores y plantas tratadas con abono orgánico ecológico

Mudarnos del campo a la ciudad puede ser complicado para nosotros si estamos muy acostumbrados al primer estilo de vida. No es que en un pueblo no existan todas las comodidades tecnológicas actuales para poder vivir, como electricidad, agua y hasta cobertura de fibra óptica, pero sí es verdad que no es lo mismo crecer con el sonido de la naturaleza de fondo, que hacerlo con el devenir constante de los ruidos en las avenidas concurridas, de la gente que cruza la acera, de las construcciones y grúas, y de otros sonidos normalmente asociados a una ciudad.

En definitiva, el proceso de adaptación puede ser lento y difícil precisamente porque echamos de menos ese entorno más silencioso, el aire puro que respirábamos y la visión constante de las flores y las plantas a nuestro alrededor. Por eso, existe una manera de intentar acelerar ese proceso o, por lo menos, sentirnos un poco más a gusto en nuestra nueva casa. Por ejemplo, llenar nuestra casa de macetas con flores y plantas, siempre y cuando dispongamos de espacio suficiente o lugares concretos ideales para ello, como terrazas y balcones al aire libre. Allí podemos acumular el abono orgánico ecológico en bolsas que compremos, los utensilios de jardinería, las semillas y, claro está, las macetas de distinto tamaño que decidamos poner.

Que hayamos vivido en el campo no significa necesariamente que sepamos sobre plantación o fertilizantes ecológicos. Puede que adoremos la naturaleza, pero siempre la hayamos tenido como telón de fondo. Sin embargo, existen numerosos recursos para aprender y, claro está, existe una ventaja derivada del hecho de vivir en una ciudad: no nos costará encontrar tiendas especializadas en jardinería. Incluso podemos dedicar un tiempo a buscar desde casa esas tiendas, si queremos exponernos al exterior lo menos posible debido a la pandemia del coronavirus.

En cualquier caso, si sabemos dónde y cómo buscar, aprenderemos incluso cuántos tipos de fertilizantes existen, como por ejemplo el abono de cannabis. Así, poco a poco, le daremos ese toque verde, fresco y colorido a nuestro hogar, y vivir en la ciudad no nos parecerá tan terrible.