Presencia Global
7 de Agosto de 2020 | 13:05
Estilo de vida
las clases online durante la pandemia

El paso hacia las clases online

A raíz de la pandemia, el regreso a clases de los estudiantes en casi todo el mundo han migrado a la modalidad online para cumplir con las medidas sanitarias establecidas en sus respectivos países. Esto ha supuesto un cambio radical para la gran mayoría, que estaba acostumbrada a ver clases presenciales, y no ha afectado únicamente a los estudiantes sino también a los demás habitantes de sus hogares.

Los que más sufrieron las consecuencias de este cambio radical fueron los estudiantes más pequeños y los que compartían equipo con sus padres al no tener la necesidad de poseer uno propio. El tiempo para utilizar los equipos se incrementó considerablemente ya que las clases online implican horas frente a la pantalla, además de las tareas adicionales.

Por otro lado, los adultos también tuvieron que migrar su trabajo a casa, por lo que al menos requieren de un equipo para conectarse durante el horario laboral. Esto es un impedimento para la idea de compartir ordenador con sus hijos estudiantes si sus clases coinciden con su horario de trabajo. Además, lo más sano es que todos usen el ordenador el tiempo suficiente para cumplir con sus deberes sin tanta presión de por medio.

Este cambio tan brusco en la economía mundial afectó significativamente las finanzas personales de todos, pero sobre todo de aquellas personas que no pueden ahorrar lo suficiente para tomar medidas al respecto. Todo este panorama fue lo que influyó a que el comparador de créditos rápidos online registrara un incremento sustancial en el número de visitas.

La solución

En primera instancia, los estudiantes tuvieron que adaptar su espacio de estudio para pasar una mayor cantidad de tiempo allí. Esto pudo ser una complicación para muchos puesto que resulta complicado separar los espacios si la vivienda está ocupada durante períodos tan prolongados de tiempo.

Por otro lado, aquellos que no tenían un ordenador propio tuvieron que adquirir uno para poder ver las clases virtuales. Esto supuso un gasto significativo para ellos, o para sus padres si no estaban en la capacidad de comprar uno por su propia cuenta. Lo mismo ocurrió en los casos en que el ordenador no cumplía con los requisitos mínimos, como un micrófono y una cámara.

Estos cambios significaron gastos elevados para una buena parte de la población, en especial para la que no tiene los ingresos suficientes como para considerar realmente esta clase de costos. La situación conllevó a que hubiera un incremento significativo de solicitudes de créditos sin intereses y de otros tipos.