Presencia Global
21 de Agosto de 2019 | 13:08
Agricultura

Invertir en salud con productos ecológicos

Si nos dan a elegir entre un menú elaborado con productos de cultivo ecológico y otro en el que los ingredientes proceden de los cultivos industriales, les preguntamos ¿Cuál de los dos menús elegirían? Seguro que la mayoría, si no todos, optarían por el menú compuesto de alimentos ecológicos tratados con abono orgánico ecológico, ni más ni menos, que el abono que se utilizaba unas cuantas décadas atrás. Una época en la que los tomates, las lechugas, las acelgas, las alubias y las frutas, cerezas, fresas, manzanas, albaricoques, tenían sabor y aroma. Sin embargo, actualmente, los productos resultantes del cultivo, no tienen sabor, ni olor. 

De hecho, ¿cuál ha sido la última vez que hemos comido un tomate que sabía a tomate? Si algunos tienen la gran suerte de tener una casa en su pueblo natal con un huerto, sabrán de lo que estamos hablando, y ellos, sí experimentan el placer de comer un tomate que sabe a tomate.

Los abonos y fertilizantes ecológicos, no solo ayudan a una mejor producción de los alimentos que se cultivan en las tierras, sino que están ofreciendo a los consumidores, un producto sano, sin aditivos químicos tratados en laboratorio. Y el beneficio, claro está, no solo es a nivel individual, de cada consumidor, sino que afecta a la salud del planeta; un planeta que se libra de las emisiones de gases nocivos procedentes de laboratorios químicos. Un planeta que reclama a los que lo habitamos que nos ocupemos de cuidarlo, porque del buen estado de salud de la Tierra, dependerá el bienestar y la salud de todos.

Con la utilización de abonos orgánicos ecológicos estamos fortaleciendo las tierras de cultivo; el suelo se llena de nutrientes y aumenta su capacidad para vencer plagas y enfermedades de las plantas. Además los efectos de los suelos de cultivo tratados con abono ecológico tienen una duración a largo plazo, es decir, se mantienen sus resultados durante largos periodos de tiempo.

En definitiva, y como conclusión final, el uso de abonos orgánicos ecológicos y fertilizantes ecológicos, es beneficioso para la tierra de cultivo, para los productos resultantes de las plantas y árboles frutales, para todos nosotros y para nuestro planeta. Además, apostando por lo ecológico y lo natural, estamos dejando un valioso legado a las generaciones venideras. 

Lo natural siempre ha sido la mejor alternativa a todos los niveles, entonces ¿por qué nos empeñamos en utilizar fertilizantes químicos, cuando podemos disponer de abonos ecológicos de los que nos surte la propia naturaleza?